Saliendo del puerto de Málaga
Un Crucero tiene sus ventajas y sus inconvenientes. No todas las personas van con la misma idea, ni se imaginan lo que van a encontrar allí.
Durante las horas de navegación, que son muchas, tienen preparado en el barco toda clase de distracciones para los pasajeros, es una ciudad, no le falta de nada, solo sentir que, de alli no hay forma de salir mientras no se llegue a un puerto.
Dependiendo de la hora, se pasan películas de cine, existe un hermoso teatro para diferentes actos, pista de patinaje, exposición de pintura, gimnasio, piscinas, atracciones musicales para todos los gustos, buena comida y si se prefiere, ir con un libro o periódico, a leer en una de las innumerables cubiertas.
Cuando se va con intención de ir de turismo y conocer ciudades importantes, donde la Cultura y los Monumentos se desea conocer, es cuando empieza la decepción para algunas personas.
No hay que confundir un viaje Cultural recorriendo Países, que ir de Crucero y visitar tal y cuál lugar de interés, el Crucero son unas vacaciones generalizadas, una mezcla de 'un todo', quizás aquí le iría bien el refrán de, 'el que mucho abarca...'
Las visitas culturales son muy reducidas, no se dispone de más de ocho horas para visitar una ciudad, como podría ser Roma o Florencia,! una verdadera lástima!
EL barco suele zarpar regularmente a las 19:00 h. y llega a otro puerto, a veces, 12 horas después, en otras ocasiones se navega durante dos días, o dos noches.
La fotografía es el medio para que en nuestra mente quede para siempre, aquel crucero donde el mar fue nuestro acompañante más fiel, que nos dio una verdadera sensación de libertad, donde es posible pensar en todo, e incluso, acordarnos de aquella romántica canción.
Mirando al mar
Bajo el palio sonrosado
de la luz crepuscular,
mirando al mar soñé,
que estabas junto a mi,
mirando al mar,
yo no se que sentí.
y acordándome de ti lloré.
La dicha que perdí,
yo se que ha de retornar a mi,
cuando yo esté
mirando al mar...
(Recuerdos de antaño, muy bonita aquella canción, no recuerdo que voz masculina la cantaba)
Con la vista se disfruta de las entradas a puerto, con edificios significativos que alegra reconocer, el azul intenso del mar, la espuma y golpe de las olas cuando el barco las embiste con fuerza, y también, la suerte de poder sacar semejantes instantáneas a pocos metros, desde tu pequeño y estratégico balcón.
Por todo ello, ir a un crucero es muy gratificante.
Todo el que pueda hacer un crucero, no lo debe dejar para más adelante, es un lugar de escape para unas vacaciones relajantes. Muchas familias lo realizan con niños, pues ellos le sacan mucho partido a las piscinas y juegos en el agua en el parque infantil, que en plena popa, escuchan muy cerca de ellos, el salpicar de las olas que el barco va despidiendo enérgicamente.
Entrando al puerto de Valencia. El fondo es inconfundible.
Mientras navegamos, vemos como la proa del barco rompe las olas
Navegando por la costa Andaluza con Sierra Nevada al fondo
Una apreciada puesta de sol sobre la popa del barco
Llegando a la isla de Córcega (Ajaccio)
Con las últimas luces del dia, isla desconocida a nuestro paso
Observando el movimiento de los barcos en puerto
Puerto de Livorno de mucha importancia y movimiento (Italia)
