30/10/09

NÍSCALOS







SETAS BUENAS Y VENENOSAS


La tradición popular tiene diversos trucos para comprobar si una seta es o no comestible, pero ninguno tiene un ápice de fiabilidad y guiarse por ellos puede producir accidentes mortales.




Rezan estos dichos populares que para saber si una seta es venenosa basta con cocerla con una moneda de plata. Si esta ennegrece la seta es venenosa. O que las que están devoradas por animales son comestibles, o que si azulean durante la cocción son venenosas.



Estas y otras normas surgidas de la tradición popular son completamente inútiles y debemos ignorarlas. La única forma de saber si una seta es o no comestible es reconocer e identificar con seguridad la especie a la que pertenece.



Existen muy pocas setas mortales, entre media y una docena según los autores que se consulten, si bien es verdad que el número de setas catalogadas como tales ha aumentado en los últimos años. Aparte de estas existen setas tóxicas que pueden provocarnos intoxicaciones más o menos graves. Otras son estupendos manjares, algunas de los cuales son comestibles sólo después de que la cocción destruya sus toxinas y otras lo son incluso crudas. Muchas no son ni comestibles ni venenosas, simplemente su mal sabor o su consistencia las convierte en no aptas para el consumo.

 


Está cerca la recogida de los frutos de otoño, 'los níscalos y setas' de infinidad de variedades. Este año en las sierras de Andalucia, no tenemos el terreno adecuado para salir a buscar, ha llovido poco y el calor, impropio para esta fecha, ha secado demasiado el terreno, pero todo llegará y tendré ocasión de hacer alguna foto de ellas en la sierra de Granada.

 
Cuando se pasea por la montaña y aparece una zona con 'familias de setas' que conocemos, es un momento para aprovechar  aquello que nos ofrece la naturaleza, !lástima que no podamos disfrutarlo muchos días!


Éstas fotos  las hice en la Serrania de Cuenca hace un par de años, fué una sorpresa encontrar una 'amanita caesarea', reina de las setas comestibles, nunca habíamos tenido esa satisfacción, en los muchos años, que en familia, hemos salido cada otoño a recolectar el Lactarius deliciosus -níscalo-, los que con seguridad conocemos, aunque dependiendo del lugar, existen otras variedades y, dentro de ellas, hemos recolectado junto a los espinos del monte, la  Lactarius sanguifluns, que vulgarmente  la llamo, 'de vino', por su color.
Mi conocimiento sobre este tema es limitado, por ello, dejo abajo la dirección que les ayudará a tener mejor información.
Los jovenes de mi familia, como biólogos, tienen la guia de campo y son capaces de recoger muchas más variedades, sin ningún tipo de problema.

http://www.google.es/search?hl=es&q=amanita+cesarea&meta=&aq=1&oq=amanita

19/10/09

CUENCA

A Cuenca

Alzada en bella sinrazón altiva

-pedestal de crepúsculos soñados-,
¿subes orgullos, bajas derrocados
sueños de un dios en celestial deriva?
¡Oh, tantálico esfuerzo en piedra viva!
¡Oh, aventura de cielos despeñados!
Cuenca, en volandas de celestes prados,
de peldaño en peldaño fugitiva.
Gallarda entraña de cristal que azores
en piedra guardan, mientras plisa el viento
de tu chopo el audaz escalofrío.
¡Cuenca, cristalizada en mis amores!
Hilván dorado al aire del lamento.
Cuenca cierta y soñada, en cielo y río."


Federico Muelas


Cuenca es una ciudad sencilla y de un encanto singular, donde los propios y extraños se encuentran cómodos y disfrutan de su entorno sin iguál, por ello el eslogan, 'Cuenca es única'.

Volver a Cuenca cuando se ha vivido en ella, es un reencuentro emocional y gratificante, donde  recorrer la sencillez de la ciudad y sus gentes, es un remanso de paz.

En ese paseo por Cuenca, pude recordar los rincones de sus lugares identificativos como:

La plaza Mayor,

La Catedral,

El Puente San Pablo,

La torre Mangana, torre mudéjar, reloj de la ciudad,


El Castillo donde pude recorrer con la mirada el paisaje que permite identificar al fondo, el Puente de San Pablo, las Casas Colgadas y el edificio de el Parador, unidos en un grupo de importancia rodeando la hoz del rio Huécar,

Las Casas Colgadas,

 

El monumento con la escultura del escritor conquense, Federico Muelas,

La iglesia de San Antón donde se encuentra la patrona de la ciudad, la Virgen de la Luz,


El antiguo convento de San Pablo, donde ahora está el Parador y la exposición del pintor y escultor conquense, Gustavo Torner,

La Ermita de la Virgen de las Angustias, 

El museo de Arte Abstracto Español,
y tantos rincones... de sencillez  y encanto: cuando me voy, le digo a la ciudad, un 'hasta luego', nunca ,'adios', volver es siempre mi ilusión.