25/11/09

Exposición en Sevilla



Desde el 16 de octubre, el Museo de Bellas Artes de Sevilla acoge, en una exposición, una de las colecciones privadas más importantes que existen en nuestro país: la de la casa de Alba. Y es que la duquesa ha cedido su colección a la Consejería de Cultura para organizar esta muestra.
De su ajuar se pueden ver hasta 40 obras maestras, 35 de ellas procedentes del Palacio de Liria, en Madrid, y otras cinco del de las Dueñas, en la capital sevillana. Pinturas de Sorolla o Zuluaga forman parte de esta colección que se ha ido fraguando en esta casa noble a lo largo de más de cinco siglos.
Retrato del Gran Duque de Alba, de Tiziano; la Natividad, de Luca Giordano; Coronación de espinas, de José de Ribera; o Retrato del Canónigo Miranda, de Murillo, son algunas de las piezas que ocuparán las salas del Bellas Artes de Sevilla hasta el próximo 10 de enero.


La exposición de la colección de los cuadros de la Duquesa de Alba, ha sido un acontecimiento en Sevilla. Nadie se siente incómodo si tiene que esperar en la cola,  al menos una hora, pero, ¿quién va a Sevilla y no aprovecha esa oportunidad?. Merecio la pena, sobre todo, los retratos eran impresionantes, parecia que hablaban, no en vano son pintores muy  importantes.
 En el tiempo que pasamos delante de los cuadros, que no era mucho, por la cantidad de personas que pasan en una hora (100 personas), nos quedamos con ganas de volver otro día y saborearlos mejor.
!Habrá que intentarlo!





8/11/09

Pasear por el campo



En el paseo de hoy, como no llevaba cámara, no me he querido venir, sin recoger algo del lugar y dejarlo mientras dure, en esta cestita. Lo he plasmado en la imagen para seguir recordando la secilled del campo y su entorno. Aunque volveré pronto, la luminosidad cambia, nunca es iguál.


Resulta agradable pasear por el campo y la montaña en el otoño. Este año con la sequia, y el frio que de repente se ha presentado, nos quita a los buscadores de setas, el placer de recolectarlas. En su lugar, el monte nos ofrece esas pequeñas, e importantes plantas, como son, una ramita de pino, de carrasco,  alguna hierba aromática, el espino, ahora en flor, las piñas secas, - que solemos recojer  para los adornos de Navidad -, el acebo con el brillo de sus verdes hojas y su fruto rojo, el cardo. Ir a la montaña, y mirar cada especie, cada flor, el paisaje... !todo es expléndido!. Cuando volvemos a casa, nos sentimos, 'nuevos'.
Cuando estoy en  la montaña, recuerdo a un amigo, que nos dice cuando caminamos en grupo, "dejad de hablar y fijaros en lo que tenemos alrededor", le doy la razón.